
¿En qué piensas cuando te dicen que debes llevar una vida sana? Indudablemente seguro viene a tu cabeza que debes gozar de buena salud y si es así, pero la salud debe concebirse desde un enfoque integral tomando en consideración la salud física y mental.
¿Te preocupa llevar una vida sana? Sigue estos consejos
Así mismo, debemos aclarar que la salud física y mental están asociadas a múltiples factores como la alimentación, actividad física, factores genéticos y lo expuestos que podamos estar frente a agentes nocivos y aunque no existe una fórmula perfecta que apliquemos y nos garantice estar sanos, indiscutiblemente siguiendo algunos simples consejos lograremos llevar una vida más saludable y por ende longeva.
Teniendo en cuenta que las primeras causas de muerte en personas en edad temprana son las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, debemos considerar seguir ciertos hábitos que nos permitan minimizar los riesgos de padecer cualquiera de estas enfermedades o cualquier otra que pueda tener importantes afectaciones a nuestra vida
Por eso mismo te presentamos una lista con algunos consejos para lograr vivir más sanos:
Debes seguir una dieta equilibrada, aunque no lo creas, la alimentación es el aspecto más importante que debemos cuidar, ya que según el tipo de comida que ingerimos podemos hacer más propenso algún tipo de enfermedad.
No sólo se trata de mantener un peso adecuado, lo cual también es importante para mantener a raya ciertas enfermedades, es sentirnos con más energía y fuerza. Por eso te damos algunos consejos para que los tengas presentes:
Vigila lo que comes, trata de tomar como mínimo cinco porciones de comida distribuidas a lo largo del día, las cuales podrás dividir en tres comidas principales y dos meriendas.
Come alimentos ricos en grasas saludables e incluye a tu alimentación todos los grupos alimenticios incorporando en mayor medida proteínas y vegetales, evitando los alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas.
Recuerda aportar a tu organismos minerales y vitaminas que ayudan al fortalecimiento de tu sistema inmune, sistema óseo, articular, etc.
Elige comer alimentos hechos en casa en lugar de los alimentos procesados o de poca higiene.
Trata que tu hora de comida sea a una misma hora, mantener un horario para tus alimentos ayuda a que tu sistema trabaje de una mejor manera.
Come en paz, aunque no lo creas el comer demasiado rápido o estresado por asuntos del día a día hace que puedas tener una mala digestión, por decir lo menos que te puede pasar. Así que toma tu tiempo para sentarte y comer tranquilamente.
Lleva una vida activa, si eres una persona sedentaria te invito a que incorpores una actividad física a tu rutina de vida, comienza a hacer ejercicio de bajo impacto y de baja o moderada intensidad, la idea es que vayas paulatinamente adquiriendo hábitos para ejercitarte y poco a poco le puedas exigir un poco más a tu cuerpo.
Puedes comenzar con caminatas de por lo menos 30 minutos al día o practicar natación, que adicional a ser un ejercicio súper completo es de bajo impacto.
El ejercicio ofrece una buena condición física que se traduce en una mayor resistencia, más energía y por qué no mejor tonificación de los músculos, nivela los estados mentales de estrés, causante de muchas enfermedades, ya que tendrás la mente activa en otro tipo de actividad que favorece a la concentración y bajar los niveles de ansiedad.
Conoce el historial médico de tus familiares, la mayoría de las enfermedades cardiacas, de hipertensión, diabetes, cáncer, alergias, entre muchas otras son hereditarias.
Si tú conoces cuáles han sido las enfermedades por las cuales han padecidos tus padres o abuelos, podrás tomar las medidas necesarias de prevención para monitorearlas y evitar contraerlas.
Evita los vicios o agentes nocivos, probablemente estés acostumbrado a fumar, tomar alcohol en exceso, etc., pues debes saber que existen numerosos estudios en los cuales asocian estos agentes a muchas enfermedades, tales como derrame cerebral, cirrosis, cáncer de páncreas, de pulmón, de boca, de estómago, entre otras.
De igual forma debes tener presente la existencia de algún agente nocivo en áreas de trabajo, lugar de residencia o estudio, para que tomes las previsiones máximas de salud.
Haz meditación, una buena manera de poner a descansar un poco la mente es a través de ejercicios de relajación que te ayuden a hacer higiene mental.
Toma suficiente agua, el agua te ayuda a hidratar tu cuerpo, a mantener en correcto funcionamiento el sistema urinario, circulatorio, entre otros.
Duerme lo suficiente, no todas las personas requerimos las mismas horas de sueño, para lograr recuperar las energías perdidas, pero es importante que descanses y puedas dormir por lo menos entre 6 y 8 horas diarias.
Si se te hace difícil conciliar el sueño, trata de no hacer ninguna actividad en la cual estimules a tu cerebro antes de dormir, haz que tu lugar de descanso sea un sitio placentero que te invite a la relajación, evita el consumo de cafeína cercana la hora de dormir, intenta tomar una ducha tibia y hacer un poco de meditación para invitar a tu cuerpo al descanso.
Vive en un ambiente limpio, trata que tu hogar esté libre de suciedad o bichos que inviten a las enfermedades a hospedarse contigo, más si tienes niños recuerda que la mayor parte de su tiempo la hacen sobre el suelo, estando expuesto a miles de bacterias.
Diviértete, tomate un tiempo para ti, haz algo que te guste, ríete, ve una buena película, ten charlas amenas, sal con amistades, comparte al aire libre con tus hijos o pareja.
Pero sobre todo trata de ser feliz, un estado anímico positivo ayuda a reflejar un estado de vida saludable.