
Adolfo Suárez González, conocido por ser en España el primer presidente instaurado después de la dictadura del General Francisco Franco, durante los años 1976 hasta el año 1981 respectivamente.
Un ilustre en la política española
Fue un estudioso de la política y de las leyes, licenciado así en derecho en la Universidad de Salamanca, para después terminar sus estudios de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid.
Igualmente, habría destacado por el desempeño de diferentes cargos durante la llamada dictadura franquista, entre los que destacó como procurador judicial, gobernador e inclusive encargado de Radiodifusión y Televisión.
Nace un 25 de septiembre del año 1932 y fue desde su infancia, una promesa que ilustraría los caminos de la política española al convertirse en el mandatario de su nación posterior a la caída de la dictadura, hecho del cual sería responsable Juan Carlos I, quien en su papel de monarca, daría la orden para convertir a Suárez como presidente.
El experto en ciencias judiciales asumiría el papel del relevo de las formas de gobierno que se habrían aplicado en la dictadura. En función de esto, Suárez comenzaría en la política con Movimiento Nacional, en conjunto con Fernando Tejedor, su futuro mentor en la dicha ciencia social y futuro ministro.
En función de esto, Suárez comenzaría en la política con Movimiento Nacional, en conjunto con Fernando Tejedor, su futuro mentor en la dicha ciencia social y futuro ministro.
El cargo de Tejedor habría sido, en un primer momento de gobernador de Ávila, cargo que después sería traspasado a Suárez y de esta manera, el futuro presidente daría inicio a uno de sus primeros cargos públicos.
Esto le permitiría adentrarse como parte de la Secretaría General de Movimiento Nacional, convirtiéndose, para el año 1961 en el jefe del Gabinete del secretario general del partido.
6 años más tarde, pasaría a convertirse en procurador de Cortes, y finalmente en gobernador del área civil para el año 1968 en Segovia.
Un gran paso al mandato
Después de asumir lo que sería uno de sus cargos más importantes como Director General de Radiodifusión y Televisión, Suárez se convierte en Ministro Secretario General del movimiento nacional para el año 1975, precisamente, el 11 de diciembre.
Esto, después del fallecimiento de quien sería el responsable de sus primeros pasos, Fernando Tejedor.
No obstante, los cambios no se harían esperar, por lo que para el siguiente año, Suárez sería designado como presidente del Gobierno de España en julio. La responsabilidad sería del Rey Don Juan Carlos I, quien se encargaría de configurar el esquema del gabinete tras la muerte de Tejedor y la denominada transición democrática.
La idea era procurar a una persona que fuera capaz de revertir todas aquellas configuraciones franquitas que, durante la dictadura, se habrían instaurado en España. Y en ese sentido, la tarea de Suárez por parte de la solicitud del monarca fue la de crear un nuevo gobierno democrático en España.
La idea, limpiar un gobierno que durante 40 años, se impuso ante un país de manera autoritaria. De este proceso, resultó la creación de diferentes partidos de izquierda en España, así como la reforma política y, de esta manera, el clima del país de manera sustancial.
Un héroe político para España
La conformidad del círculo de Suárez le permitió un verdadero cambio para España, sin embargo, algunos aconteceres como por ejemplo, la creación de partidos socialistas y comunistas, le habrían costado el odio de muchos ciudadanos, al igual que el amor de otros.
Igualmente, permitió el libre ejercicio de elecciones presidenciales después de 40 años, dando paso a la democracia participativa en ese país.
Tras su muerte en el año 2014 a sus 81 años, Suárez se recuerde como uno de los precursores y responsables de la restauración de la democracia en España, quien permitió el libre ejercicio de la libertad de expresión y la opinión pública, logrando que otros partidos pasarán a formar parte del espectro electoral en España como parte de su propuesta para la democracia en el aún país monarca.
Dejar una contestacion